Tiene motivos la delegación española para estar enfadada con la FIFA. Y es que la Selección Sub-20 tendrá que jugar sus partidos en el próximo Mundial que arranca a finales de septiembre en Egipto sobre hierba artificial. Los encuentros encuadrados en el grupo B, el de España, tendrán como sede el recinto de Al-Salem, conocido por ser el estadio militar de El Cairo, el único de todos cuantos alberguen choques mundialistas en Egipto que tendrá esta superficie de juego. ¿Coincidencia? ¿Mala suerte? ¿Casualidad? El asunto es que, de los teóricos favoritos, el cuadro español es el único que tendrá que hacer frente a este molesto inconveniente, que muchas veces acarrea ampollas y hasta lesiones en los jugadores, pues el apoyo no es el mismo que en césped natural. Ni que decir tiene del bote del balón o la velocidad con la que rueda, diferente a lo que están acostumbrados los futbolistas pese a que en los últimos años se hayan mejorado mucho este tipo de tapetes.
Pero lo realmente asombroso no es que haya sido España la perjudicada, sino el afán de la FIFA por generar más y más dinero. De todos es conocido que el máximo organismo mundial quiere que la hierba artificial se introduzca en el mundo del fútbol, entre otras cosas para que no haya campos en un estado lamentable en partidos de cierta importancia. Tiene lógica. En Rusia, donde hace mucho frío en invierno, o en África, cuyo problema es precisamente el contrario, el calor, ya se han instalado varios parqués de este tipo. Pero para ello se han alcanzado acuerdos de exclusividad con determinados fabricantes, que son los únicos que han obtenido la homologación de la FIFA para crearlos, y que se frotan las manos cada vez que 'aparece' un nuevo proyecto.
El del estadio Al-Salem es uno de ellos, aunque con matices. No hay más que ver la diferencia entre las dos fotos que se adjuntan a esta información. La de arriba pertenece al amistoso entre Egipto y Guinea jugado el pasado 12 de agosto. El seleccionador egipcio mandó quitar la hierba artificial para jugar sobre hierba natural, algo que convenía mucho más a su equipo. Y la de abajo (tomada desde la esquina contraria y volteada para ilustrar mejor el paralelismo) pertenece a meses antes, justo cuando se instaló la hierba artificial, y que es lo que realmente se encontrarán los pupilos de Milla cuando se estrenen dentro de un mes. Está claro: cuando la FIFA ve negocio y abre sus puertas a todo el planeta con un Mundial, lo que conviene enseñar es la nueva y fastuosa hierba artifical en busca de clientela.
1 comentario:
jeje, entre esto y lo de las fechas no me ha quedado muy claro si te gusta la forma de actuar de la FIFA o no... :)
[mode 'ironic'=on] A mí que hagan negocio me parece perfecto, porque cuanto más ingrese la FIFA más dinero dedicará al desarrollo del fútbol, ¿verdad? [mode 'ironic'=off]
En el Mundial sub'17 de Finlandia 2003 (el de Cesc, Silva y Jurado) ya se jugaron en hierba artificial muchos partidos, y España concretamente disputó la semifinal con Argentina y la final con Brasil sobre esa superficie.
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