
Kasper, que ése es su nombre, ha mamado toda la vida de los quehaceres de un buen guardameta. No en vano, su padre fue campeón de Europa de naciones y de clubes, un éxito sin precedentes en Dinamarca para uno de los personajes con más carisma, pero al mismo tiempo más repudiados, de los últimos años. Su progenitor logró incluso marcar tres goles, uno de ellos con su selección, aunque eso no le impidió ser el centro de las iras de muchos sectores de la crítica. Ya se hablan maravillas de Kasper, que milita en el Manchester City, y hoy habrá que ver cómo responde en su debut con la Sub-21. Su padre, por supuesto, le seguira desde la grada. Y su padre, por supuesto también, es Peter Schmeichel. ¡Quién si no!
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