sábado, 5 de mayo de 2007

La importancia de educar bien a chavales de 16 y 17 años

Es ejemplar y elogiable la actitud del cuerpo técnico de la Sub-17 con los jugadores que integran el equipo que estos días está disputando el Europeo en Bélgica. El máximo exponente de este exquisíto trato son las clases que prácticamente a diario deben llevar a cabo los chavales por espacios que alcanzan algunos días las dos horas de duración. En ellas cada futbolista realiza los deberes que en su colegio le han mandado y si tienen alguna duda pueden consultar a Ginés Meléndez y Juan Carlos Gómez, ambos profesores además de entrenadores, para que les orienten en las respectivas materias.

El objetivo es que todos ellos sepan que tienen que hacer lo mismo que el resto de los chicos de su edad, es decir, estudiar, hacer los deberes y formarse como personas. Durante estos días no pueden acudir al colegio, pero no deben perder el ritmo, por lo que se programan estas clases en las que siguen lo que debe ser el día a día de un chaval de 16 ó 17 años. Después, si la suerte y las condiciones lo permiten, también puede haber un futbolista. Pero antes tiene que haber una persona educada y bien formada. Chapeau.

España también vence a Ucrania (3-1) y está a un paso de semifinales

Los primeros objetivos de España en este Europeo Sub-17 ya están casi cumplidos. Salvo hecatombe, el conjunto de Juan Santisteban estará en las semifinales -y por ende en el Mundial- después de superar a Ucrania con la conciencia tranquila por haberlo dejado todo en el campo. Tal es el colchón para España que le vale hasta perder por dos goles de diferencia ante Alemania en la última jornada, incluso por tres, siempre y cuando la Selección marque algún gol. Una situación privilegiada para un equipo que ha sabido desenvolverse con soltura en un grupo dificilísimo.

Ayer le tocó ración de psicología. No es igual tener enfrente a Francia o Alemania que a Ucrania, y por eso la mentalización con la que los jugadores afrontaron el encuentro es digna de elogio. Ninguna confianza, ningún atisbo de relajación se pudo ver desde el principio. Sólo el equipo valiente y terco que hasta la fecha ha demostrado ser. Hay que decir que Ucrania vendió cara su piel. Su presencia en este Europeo no ha sido consecuencia de un regalo y por eso España tuvo problemas para encontrar la llave con la que desenroscar el encuentro, el interruptor que encendiera un choque que los ucranios querían llevar a la más silenciosa oscuridad.

Iago fue el primero en buscarle las cosquillas al rival, pero tuvo que ser Camacho quien pusiera a España en ventaja el día en que cumplía 17 años. La jugada de estrategia que acabó en gol se denomina La casa de Iñaki Sáez, aunque se desconocen los detalles o más bien habría decir que consisten en que Ximo centra y Camacho cabecea a la red. Así de fácil. No importa el camino, importa el fin. Salvado el primer obstáculo y con el encuentro cuesta abajo, España empezó a tener más fáciles las cosas. Ucrania no se rindió, pero fue desangrándose al tiempo que florecían en su defensa los prados por los que los nuestros podían sacar a relucir su calidad. El primero en gustarse fue Iago, de nuevo Iago, que envenenó aún más a los aturdidos rivales. Y la fiesta la cerró Aquino, incansable en su labor imposible de quitarle el puesto a Bojan, pero que con ratitos lúcidos como el de ayer se hace notar. Si no hay sorpresa ante Alemania, aún tendrá minutos en la semifinal y, quién sabe, igual en la final.

3. España: De Gea; Sergio, Pichu, Rochela, Morgado; Ximo (David González, min. 58), Camacho; Iago Falqué (Lucas Porcar, min. 71), Fran Mérida, Isma; y Bojan Krkic (Aquino, min. 62).

1. Ucrania: Bazylevych; Kushnirov (Garmash, min. 76), Maksymenko (Shakov, min. 47), Petrov, Bilyy, Niemchainov, Karnoza, Yeremenko (Stetsenko, min. 55), Korishko, Vitsenets y Sherchuk.

Goles: 1-0. Min. 31. Camacho, de cabeza. 2-0. Min. 62. Iago Falqué. 3-0. Min. 69. Aquino, a pase de Fran Mérida. 3-1. Min. 81. Shevchuk.
Árbitro: Jan Jilek (República Checa). Mostró cartulina amarilla a Petrov, Korishko, de Ucrania y a Iago Falqué, Fran Mérida, de España.
Incidencias: Stade de la Cité de L''Oie. 500 espectadores.

jueves, 3 de mayo de 2007

La Sub-17 arranca a lo grande el Europeo ante Francia (0-2)

Si Luis Aragonés vio ayer el encuentro de la Sub-17 ante Francia que sirvió para que los nuestros arrancaran el Europeo de la categoría, debería tener ahora más cuestiones que plantearse. Y es que España liquidó a Francia y lo hizo fiel a su estilo, sin trucos por descubrir, sin analizar el ADN de unos y otros, sólo sabiendo que a esto se juega como han aprendido desde bien pequeños en las escuelas.

No hacen falta más centímetros de los necesarios, ni tratar mal al balón, ni correr más que ningún otro futbolista que haya sobre el césped. Es sólo cuestión de explayar sobre el terreno de juego la 'condición mágica de base', argot en este momento inventado pero que históricamente ha traído muchos más resultados que aquellos que alardean de dominar el plano físico.

Con estas cartas bien al descubierto y con el desparpajo y la humildad que aún conservan nuestros canteranos, España pasó por encima de Francia en un primer tiempo excelente, al alcance de muy pocos si se tiene en cuenta la entidad del rival. Los movimientos de Bojan, las apariciones por el área de Isma y Fran Mérida y la armónica elasticidad de todo el equipo a la hora de defender fueron suficiente para meterle mano poco a poco a unos sorprendidos vecinos. El golpe de efecto llegó en la enésima genialidad arriba de los españoles, culminada por Iago Falqué con un espléndido zurdazo que Delle sólo pudo ver incrustándose en la red. Lo había merecido y era de justicia que subiera al marcador, pero el gol le dio al equipo de Santisteban el respaldo y la confianza justas para creerse en lo cierto, para confirmar que España es mejor que Francia y que sólo había que retratarlo así ante los presentes.

Incluso al inicio de la segunda mitad pudo la Sub-17 confirmar esta teoría con un segundo gol que hubiera cerrado un choque de dirección única, pero cuando se deja un poco de cuerda colgando cualquier niño travieso tira de ella, sin saber que hay detrás. Eso hizo Francia, que se vio fuera del Europeo al primer día de competición. Pero entonces apareció De Gea, el atlético, el espigado, el muro, para frenar los flechazos y celebrar con los suyos el segundo gol, obra de Fran Mérida. Talento, bendito talento.

0. Francia: Delle; Lusinga, Saunier, Sakho, El Kaoutari; Saivet, N'Diaye, M'Vila, Benzerga; Le Tallec y Bourgeois.
2. España: De Gea; Moi, Sergio, Rochela, Morgado; Camacho, Ximo (David, 68'); Iago, Fran Mérida, Isma (Aquino, 63'); y Bojan

Goles: 0-1 (19'): Iago Falqué, de gran zurdazo pegado al palo. 0-2 (73'): Fran Mérida, tras un gran pase de Aquino.
Árbitro: Dejan Filipovic, de Serbia. Amonestó a M'Vila (35'), Fran Mérida (56'), Moi (62'), Bojan (67') y Camacho (76').
Incidencias: Stade de Bielmont, Verviers. Unos 4.000 espectadores, bastantes de ellos españoles que se dejaron notar con sus cánticos y sus banderas.

martes, 1 de mayo de 2007

Malmedy: del ruido de las motos al retiro de la Sub-17

Pues ahí está la bella Malmedy, pequeña población del este de Bélgica en la que la Sub-17 pasa las horas hasta el esperado debut de mañana ante Francia en el Europeo. Las motos y los moteros tienen tomada la ciudad, la cercanía con el circuito de Spa Francorchamps hace de esto algo habitual, y el ruido de los motores y de los conductores es la nota predominante. Por fortuna, la UEFA ha ubicado la sede de la Selección a las afueras del pueblo, en pleno bosque, por lo que los jugadores están totalmente aislados y concentrados en hacer algo bonito en el Europeo.

Esta mañana se ha producido la rueda de Prensa oficial. La sensación es que España no es favorita y Santisteban sólo ha reprochado a la organización el mal estado de los campos de entrenamiento. Se teme que algún jugador pueda sufrir lesiones ante los hoyos y agujeros con los que cuenta el campo. Por lo demás, la tranquilidad es la nota común. Los futbolistas están divididos en habitaciones de cuatro y pasan las horas como pueden, algunos de ellos conectados a internet o viendo películas. Mañana, sin Pichu y Nacho sancionados, empieza lo bueno.