Empieza lo bueno. El Mundial Sub-17 de Corea entra en su segunda fase y ya no hay posibilidad de fallo. Cualquier mínimo error, una expulsión tonta o un arbitraje riguroso sirven para que la aventura de llegar a ser el mejor equipo del mundo toque a su fin.
En principio, muchos de estos condicionantes se tendrían que juntar para que España cayese hoy. No es que Corea del Norte sea un rival fácil —hay que recordar que actualmente es subcampeón de Asia—, pero entre el potencial de la cantera española y el del pequeño país norcoreano hay un mundo. Brasil, sin ir más lejos, goleó 6-1 al rival de hoy, lo que indica cuál debe ser el rasero sobre el que medirse. Por si fuera poco, la Selección siempre ha ganado cuando anteriormente ha tenido un rival asiático enfrente en partidos de esta categoría.
El cuerpo técnico español ya dio descanso a varios titulares en el último encuentro de la primera fase ante Argentina y hoy volverán los pesos pesados del equipo. Fran Mérida, Camacho y Bojan recuperarán su lugar en la alineación, aunque Aquino, Illarra y los demás reservas ya demostraron que pueden cumplir con creces en caso de que se cuente con ellos desde el inicio.
Nervios. Los norcoreanos querrán ser pegajosos y jugar con los nervios de la Sub-17, a la que le vendría muy bien marcar pronto para aplacar los ánimos. Especialmente implicado estará Bojan, que cumplió el lunes 17 años y su idea es celebrarlo marcando. Si es así, Francia o Túnez deberán preocuparse.
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