Los Sub-16 son un negocio

Fuente: AS

Desde que Alejandro Santaeufemia recibió la llamada de la Selección Sub-16 su teléfono móvil no ha dejado de sonar. Este defensa central de 15 años del San Francisco, modesto conjunto de Palma, todavía no tiene representante, aunque por poco tiempo. Su participación en Las Rozas hace pocos días junto a los mejores jugadores nacionales de la categoría va a suponer el primer impulso en su carrera y probablemente venga acompañado del salto a un grande.

De eso se encargan los agentes, que en casi un centenar abarrotan junto a los ojeadores de varios clubes los entrenamientos de las perlas de nuestro fútbol. "El objetivo es acompañar a los que ya tenemos representados y ver nuevas posibilibades de captación", dice Armando Ufarte, hijo del que fuera gran extremo del Atlético y que trabaja para la agencia de representación de Ginés Carvajal, cuyas redes ya han captado a la promesa del Madrid Pablo Sarabia.

Como él, miembros de las más importantes empresas de agentes de jugadores hablan por sus móviles al tiempo que apuntan los nombres que más les llaman la atención. U1ST Sport, Interestar, Protiosport, IMG, Julio Llorente, Eugenio Botas, Gesport Espizua, Versiones Ducal, Sergio Barila o Eurosoccer son sólo algunos de los presentes, entre los cuales ya se han repartido parte del pastel, como los prometedores Tomás Girón, Álex Fernández, Dani Carvajal, Manuel Reina o Kilian Falcón. Sergio Barila, representante de este último, habla de cómo captó a este portero canario que desde el año pasado milita en el Villarreal: "Recibí buenos informes de un socio de Canarias y tras conocerle personalmente le propuse a su padre llevar sus asuntos. Pensé en él porque es un chico con cabeza y que va bien en los estudios. Me interesa esto, no tener 200 chavales y dejarlos tirados si después no progresan lo suficiente".

Los ojeadores de los mejores clubes de España y Europa también se dejan ver en estas jornadas. Luis Palmero, del Madrid, es sincero al analizar su papel en estos días: "Acudimos en principio para apoyar como institución a nuestros futbolistas convocados, pero de paso observamos el nivel general de los jugadores, pues se supone que son los mejores del país a su edad". Uno de ellos, el guardameta Ricardo Alonso, les convenció a finales de la temporada pasada cuando militaba en el Oviedo y desde este curso actúa en el Cadete A blanco.

También es un asiduo Juan Cruz Sol, ex futbolista del Valencia y actual ojeador del Chelsea, al que en esta ocasión acompaña su homólogo en Portugal. "No nos interesa ningún futbolista", se apresura a decir, para después añadir que "como todos los clubes estamos al tanto de la progresión de los chavales". Pero no todas las entidades tienen la dimensión del Chelsea. El Oviedo o el Levante son la otra cara, la que quiere fortalecer su cantera aunque eso suponga tener que pelear contra gigantes. "Hacemos un seguimiento de los chicos por si alguno nos interesase", comenta Tomás López Sito en nombre de la entidad granota. Él, como los demás, conforma este inmenso negocio.

Los traspasos de jugadores cadetes y juveniles se producen muy habitualmente, conformando un mercado paralelo al de Primera o Segunda División. En la mayoría de los casos los clubes no cobran, sino que se utiliza el cambio de residencia de los padres como motivo. La FIFA, ante la avalancha de estos casos, pone un cánon a posteriori por derechos de formación.