Durante estos días se está celebrando en Brasil, en concreto en las ciudades de Porto Alegre y Bento Gonsálves, el Sudamericano Sub-15, probablemente la primera ocasión en la que se puede seguir a las más grandes promesas de un continente por lo general bañado por un gran talento. Este torneo se celebra desde 2003 y no es equiparable a ningún otro que se juegue en Europa, ya que en nuestro continente no hay competición oficial hasta Sub-17. Por tanto se trata de una ocasión única de encontrar un talento precoz, un Messi o un Giovani Dos Santos que se pueda cuidar en la cantera de un buen club hasta convertirlo en un jugador importante del primer equipo. Es por eso que las principales entidades europeas aprovechen para mandar emisarios a este evento, con la misión de peinar un mercado suramericano que se encarece pronto, en cuanto los jóvenes jugadores empiezan a despuntar en sus clubes. Futbolistas como Agüero ya saben lo que es disputar este torneo, lo que habla de la importancia de tener buena visión de futuro.
De momento las primeras sorpresas ya se han ido produciendo. La más llamativa ha sido la victoria de Perú sobre Brasil (3-0), obtenida en los despachos puesto que los brasileños realizaron cuatro sustituciones, una más de las permitidas. Eso sí, la canarinha se destapó en el siguiente choque, ante Ecuador, a la que endosó un 5-0 en el que brilló especialmente Felipinho, una de las grandes estrellas del torneo junto al delantero uruguayo Gonzalo Barreto. El empate de Bolivia con Argentina también ha llamado la atención, aunque los argentinos tampoco han convencido del todo en sus siguientes encuentros, ante Paraguay y Chile. Aún así, junto a los brasileños y los uruguayos, son los grandes favoritos para llevarse finalmente un campeonato en el que los clubes europeos empiezan a tomar notas sobre futuras perlas del fútbol suramericano.
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