Tahití, paradisiaco debut para la Sub-20 (21:30, Eurosport)

A orillas del Nilo, bajo los misteriosos sonidos y aromas que embriagan la vista de los minaretes y mezquitas de El Cairo, arranca para España un Mundial Sub-20 sumido en el debate más profundo, casi contagiado por el caos cairota que se encargan de demostrar sus enormes problemas de circulación.

La inexplicable decisión de la FIFA de programar su torneo juvenil en plena temporada contrasta con los intereses de los clubes. Asenjo, Domínguez y el resto de los habituales en Primera han dejado un agujero en la Liga y han disparado las suspicacias, multiplicadas por el hecho de que a Bojan se le levantara el rasero por una lesión de la que estará recuperado cuando España se juegue el Mundial, para gloria o desgracia de nuestro fútbol.

La convocatoria española llama aún más la atención si se compara con la del resto de candidatos. Italia no tendrá a Balotelli ni Macheda, Alemania tampoco a Muller ni Kroos, Brasil descartó a Dentinho, como Inglaterra hizo con Wilshire o Wellbeck. Curioso, pero el Virus FIFA sólo se instaló en casa. Por eso España se encuentra ante una buena oportunidad de volver a reinar en las categorías inferiores.

Su primer escollo invita a pensar en un comienzo plácido. La débil y exótica Tahití es la antítesis del equipo español. Mientras unos piensan en dejar la selección para continuar con los estudios, los otros forman parte del día a día del fútbol español. Azpilicueta, con 69 partidos en Primera, o Asenjo, con 49, son el mejor ejemplo. Pero esto es fútbol, como dirían los clásicos, y una indisposición le puede tocar a cualquiera. También a Asenjo, que es duda precisamente por sufrir una durante la noche de ayer. ¿El agua, quizá? El que no jugará seguro es Oriol Romeu, sancionado.