Llega el momento. El instante en el que comenzar a sentirse futbolistas. Los 18 chavales que integran la Sub-17 española sabrán qué pasa por la cabeza de sus ídolos cuando están peleando por un título. Y el de hoy lo puede revalidar España, pues ya lo ganó el año pasado. En Turquía, a orillas del Mediterráneo, empezarán a escribirse los primeros capítulos de sus prometedoras carreras. La adrenalina brotará al enfilar el túnel de vestuarios, al oír el himno, al saberse peleando por ser el mejor equipo del continente en la categoría. Muchos incentivos y experiencias que probablemente no se vayan nunca de la mente de estos privilegiados. No en vano, son la envidia de la mayoría de chicos que intentan a su misma edad alcanzar el sueño de ser profesionales. Y de paso también son la envidia de todos aquellos que lo intentaron pero no pudieron llegar y que hoy verán el encuentro desde el sofá de casa, en un bar o en la oficina pensando cuánto hubiesen pagado por estar ahí.
Emociones muy fuertes para niños aún menores de edad, pero acicate e ilusión de una estupenda camada cuyo objetivo es volver a colocar a España en lo más alto en cuanto a cantera se refiere. Argumentos para lograrlo hay de sobra. Se ha visto en la mayoría de los encuentros, aunque con una irregularidad que asusta, pues esa moneda al aire en la que se ha transformado el cuadro de Santisteban es muy poco recomendable para afrontar una final como esta.
Aquí ya no hay margen de error y remontar tres veces, como ha hecho España en este Europeo, incluido en las semifinales, es inusual. Más teniendo en cuenta que enfrente estará Francia, enrabietada, corajuda, empeñada en que nuestra Selección le devuelva un cetro europeo que le correspondió en su día. Habrá que tener cuidado con el correoso Tafer y el veloz y huidizo Kakuta. No estará para frenarles Oriol, a quien la desgracia de las lesiones le privará del sueño. Un esguince en la muñeca tiene la culpa y su lugar lo ocupará Gaztañaga.
Pero Oriol, como los demás, como todos los que en su día renunciaron al fútbol y se echaron a llorar ante la incapacidad de seguir progresando, estarán representados por estos 18 valientes a los que espera la gloria tras el tiempo que dure la final. Sería el inicio perfecto para unas prometedoras carreras. Y al mismo tiempo será el final en el banquillo de su maestro y maestro de muchos otros, Juan Santisteban. Ya sólo por él, el título debería ser español.
Santisteban: "Ojalá tuviera 40 años y pudiera seguir entrenando a más chicos"
¿Con qué sensaciones afronta esta final del Europeo entre España y Francia?
Pues con la misma sensación de siempre. Cada año es una alegría increíble poder jugar una final y para los niños es una experiencia muy bonita. Esto sólo pasa una vez en la vida y es un recuerdo imborrable para ellos. Es para toda su vida. Que se lo pregunten si no a Bojan, que se perdió la final del último Mundial Sub-17.
¿Qué tal considera que llega su equipo a la final, teniendo en cuenta que ya se han jugado cuatro partidos?
No va a ser nada fácil. La fatiga se va acumulando según pasan los partidos y lo estamos notando. El ritmo ha sido muy alto y también hay que tener en cuenta que enfrente vamos a tener a un equipo francés con una calidad muy alta, como ya demostraron en el empate a tres de la primera fase ante nosotros, que acabó siendo un bello espectáculo.
¿Puede ser un partido parecido al de la primera fase?
Lo dudo porque las fuerzas a estas alturas de la competición ya están muy justas y los dos equipos lo vamos a notar muchísimo. Entonces se vio un partido intenso, de toma y daca, pero esta vez los dos equipos llegamos muy cansado aunque con ilusión de poder llevarnos finalmente el título de campeones a casa.
¿Qué se le pasa por la cabeza al pensar que puede ser su último encuentro en un banquillo de categorías inferiores?
Es una sensación muy extraña. Me encuentro realmente raro. Llevo 20 años en la Federación y es ahora cuando me voy dando cuenta de que llega el final, la hora de dejar todo esto que me apasiona y que me ha acompañado en este largo tiempo en el que he tenido el privilegio de trabajar en la Federación con los chicos.
¿Con qué ánimo dejará de entrenar y analizará lo que ha sido su paso por los diversos equipos de España?
Pues ahora mismo con mucha pena. Ojalá tuviera 40 años para poder seguir entrenando y disfrutando de estos jóvenes chicos y enseñándoles, que es lo que realmente me gusta y me apasiona. Yo creo que he cumplido y echando la vista atrás estoy contento con el trabajo realizado. Pero también entiendo que voy a cumplir 72 años y que he llegado al límite de lo que puedo dar de mí en el banquillo. También repito, y no es por modestia, que nada de lo logrado hubiera sido posible sin el excelente grupo de trabajo que conformamos en el cuerpo técnico. Tanto Iñaki Sáez, como Ginés Meléndez, como Juan Carlos Gómez Perlado, como Miguel Ángel España, todos ellos han sido vitales para que hayamos estado donde estamos y no hemos tenido ninguna discusión entre nosotros, lo cual también ha sido de vital trascendencia.
¿Qué mensaje podría transmitir a los que ocupen su puesto a partir de ahora?
El que venga lo va a hacer igual de bien que yo porque seguro que si lo escogen es por algo y tendrá buenas cualidades para alcanzar los mismo éxitos que por fortuna he tenido yo. Tendrá medios de sobra para hacerlo y el apoyo de todo un grupo de trabajo que se volcará en hacer las cosas bien, como las hemos hecho hasta ahora. No tengo dudas de que quien venga hará un papel muy bueno al frente del equipo
2 comentarios:
Como es que Rochina empieza en el banquillo hoy? Esta lesionado?
FELICIDADES CHICOS !!! los mejores de EUROPA!!! los goleadores muy bien pero al igual que la defensa!! esto sí es una alineación!!! este equipo es el que queremos!! PULIDO Y GAZTA muy grandes!!! defendiendo nuestra porteria!! por favor, siemrpe esta alineacion asi conseguirán muchos más titulos!!!
Publicar un comentario