
Por este motivo y por estar a finales de temporada, con la consiguiente carga de partidos que supone en las piernas de estos jóvenes futbolistas, los jugadores han tenido el día libre para desconectar un poco y relajar las piernas. El único trabajo ha sido de recuperación del partido de ayer y se ha llevado a cabo por la mañana en una de las piscinas municipales de Vaduz, capital de Liechtenstein. Pero lo mejor para los chavales ha llegado después de comer, cuando se han trasladado a una bolera a pasar la tarde y a divertirse un poco, algo que han agradecido después de una semana ya en tierras de Liechtenstein y cinco días más de preparación en Las Rozas. Mañana volverán al trabajo con la sesión de entrenamiento clásica previa al partido.
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