Al más puro estilo inglés, con tesón pero apenas fútbol, la selección que desde ayer dirige el célebre Stuart Pearce consiguió remontar un 0-2 a la Sub-21 de Iñaki Sáez, espléndida ayer, perfecta a la hora de combinar y crear juego. Un grupo que casi al cien por cien debutó anoche en la categoría, pero que lejos de amedrentarse mostró unas ganas y una ilusión básicas para cualquier conjunto competitivo.
El primer gol de España fue una muestra de ese hambre. Jurado presionó como si le fuera la vida en ello un balón al apurado central inglés Taylor, quien tuvo que ceder al portero y su mal despeje llegó a los pies de Soldado, infalible cuando controla una pelota cerca del área. La Sub-21 era superior y el gol no hacía sino ratificar la situación. Todo el mundo se daba cuenta, también los ingleses, heridos en su orgullo y dispuestos a reescribir la historia. Sin embargo, el propio Jurado se encargó de redondear la primera parte en la última jugada, previa cabalgada monumental del incisivo Barragán.
Arreón. Con la ventaja se dispararon las alarmas en Pryde Park. Un equipo, el inglés, clasificado para la Eurocopa del próximo verano, caía ante una nueva y joven generación española. Así surgió la magia de Inglaterra. Primero con el empate de Nugent tras una dudosa falta. Y después con el cabezazo de Lita, que bien pudo quedar en anécdota si Jurado o Xisco hubieran materializado las claras ocasiones de una Sub-21 que ayer brilló con fuerza.
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