No pudo ser. La Selección española Sub-16 cayó en la final de la Aegean Cup ante la anfitriona, Turquía, que hizo bueno un tanto de su delantero Batuhan para llevarse el partido (1-0) y con él este torneo amistoso. España mantuvo las buenas sensaciones que le habían hecho llegar a esta final al imponerse en su grupo a Noruega, Ucrania y Grecia, pero el gol turco acabó con cualquier tipo de esperanza. La Selección estuvo muy bien plantada atrás, pero no tuvo acierto de cara al gol, justo lo contrario que su rival.
De todos modos, el papel del combinado nacional debe entenderse como muy bueno. Apenas ha habido tiempo para que los chavales se acoplaran unos con otros y el estreno de muchos de estos jugadores a nivel internacional no les ha amedrentado, sino todo lo contrario. El racinguista Sergio Canales y Raúl, el delantero del Mallorca, han sido las grandes irrupciones de un equipo al que se le torcieron las cosas al principio, con el retraso del equipaje donde viajaba el material, y al final, con esa dolorosa derrota por la mínima ante los turcos. Otra vez será.
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