martes, 25 de septiembre de 2007

Los extranjeros invaden Europa, la cantera se muere

Fuente: Juan José Mateo (El País)

La cantera europea se muere. Lo dicen las tradiciones rotas: el Atlético de Madrid, por ejemplo, no tiene esta temporada ni un solo jugador madrileño por primera vez en su historia. Lo dicen las finales: el Beveren, explican los críticos, ha descendido a Segunda porque su borrachera de fichajes marfileños le llevó a jugar una final de Copa belga casi sin jugadores del país en el equipo. Y lo dicen los datos: los jugadores de cantera -futbolistas que han estado al menos tres temporadas en el mismo club entre los 15 y los 21 años- ya sólo representan el 24,3% del total de 2.744 que han empezado el curso en las cinco grandes Ligas europeas, según un estudio auspiciado por la FIFA y realizado por el Centro Internacional de estudios deportivos y la Universidad de Franche-Comté.

Sin la cantera, dicen en la FIFA, mueren las selecciones y las señas de identidad de los equipos. Sin la cantera, cuentan los datos, crece el negocio de los representantes y el número de futbolistas extranjeros que juegan en España, Italia, Alemania, Francia e Inglaterra: ya son el 38,9%, un 0,5% más que la temporada pasada. "La situación es preocupante", admite por teléfono Jérôme Champagne, delegado del Presidente de la FIFA. "Yo soy francés. Y quiero ver equipos franceses con brasileños, argelinos, suecos...pero si no hay futbolistas en esos equipos que puedan jugar en la selección, el equipo de Francia morirá en 10 años", continúa. "Estamos determinados a implantar la fórmula 6+5 [seis titulares susceptibles de actuar con la selección del país en el que juega el equipo]. No somos xenófobos. No es una división por pasaportes, sino por la condición de ser seleccionables. Queremos proteger el fútbol de lo financiero. La libertad de movimientos de los trabajadores en la UE, que respetamos, tiene un impacto mucho mayor en el fútbol que en cualquier otro mercado, además de un impacto de incertidumbre sobre la competición, porque hay una relación estrecha entre dinero, posibilidad de fichar extranjeros, exitos deportivos y, en consecuencia, premios y nuevamente dinero".

Hay países invadidos. Inglaterra, por ejemplo. Ahí, el 55,5% de los futbolistas son extranjeros. Es normal ver al Arsenal, el equipo de Cesc y Almunia, jugar sin un solo inglés. Y Steve McClaren, el seleccionador, tiembla cada vez que Owen o Rooney se lesionan. En la Premier, como en las grandes Ligas, los goles son cosa de extranjeros. La especialización triunfa en el fútbol. "El fenómeno afecta a todos los deportes", dice Champagne; "en el baloncesto, donde sólo hay cinco jugadores, es terrible. ¡Me cuentan que no hay polacos para jugar en su selección! En el fútbol hay 11 jugadores y podemos sobrevivir, pero los atacantes tienden a ser extranjeros. Si no juegan los canteranos, el pool de talentos es menor. Se destruye el lazo que une al club con su base local, la fuerza del fútbol".

"A mi todo esto me parece sorprendente", dice Michel, ex jugador del Madrid y ahora encargado de su cantera. "Nuestras selecciones inferiores siguen ganando, pero no pasan de ahí. Está imposible para ellos. Nuestra Liga, mientras tanto, está llena de jóvenes extranjeros no contrastados. Los equipos, además, no reconocen sus fallos: siempre van a poner a jugar a ese futbolista al que se ha fichado, siempre se le va a dar otra oportunidad. Eso, si no es por el negocio, no se entiende", continúa al saber que el número de canteranos en Europa ha disminuído un 2,5% respecto a la temporada 2005-2006, justo lo mismo que ha aumentado el de extranjeros en España. "Nuestras selecciones", recuerda, "ganan a Brasil, Francia, Nigeria..., a todos, y a la vuelta de cinco meses ellos juegan en nuestro país y los nuestros no. ¡Que me lo expliquen! No es curioso sino sospechoso", añade. "La excusa siempre se busca en la globalización del fútbol. Dicen que no hay fronteras. ¡Pues hay fronteras para los españoles!".
"El fútbol de elite está gobernado por los agentes y el mercado. La cantera, también. Todos los grandes clubes tienen en sus equipos inferiores a jugadores brasileños, polacos, nigerianos... A veces parece que lo que viene de fuera es mejor, quizás por cuestiones económicas", argumenta Santi Denia, ex jugador del Atlético y ahora al frente de su cantera. "Hay menos opciones para los de aquí. A un canterano hay que darle más oportunidades de que se equivoque".
La presencia de extranjeros, sin embargo, también puede llevar al éxito a la cantera. Ahí están los casos de Messi o Giovani, del Barça. Su presencia en el primer equipo, como la de Bojan, español de padre serbio, resume la teoría de Michel: "Las canteras son siempre inversiones positivas para los equipos grandes, porque van sacando jugadores a otros sitios y van ganando dinero". Y de paso se garantiza gente que comprenda "la cultura del club". "Hoy el modelo del Barça es el espejo", cuenta Denia. "Su filial ha bajado a Tercera, pero no miran resultados, sino sacar jugadores. Y si el objetivo de la cantera es ese, el Barça lo está consiguiendo con un programa de trabajo físico, táctico y psicológico específico con jugadores de 16-17 años. Así se ahorran un dineral, lo que costaría el traspaso de Iniesta, Messi...". El Barça, además, es el club europeo que menos ha cambiado su plantilla en los últimos tres años, según la FIFA: el 76% de sus futbolistas ya estaban en plantilla en agosto de 2004. El éxito de Messi y Giovani, sin embargo, fotografía lo que la FIFA llama "el círculo vicioso" de la Ley Bosman.

"Los clubes que ya eran ricos han podido fichar a los mejores extranjeros, ganar y ser más ricos", insiste Champagne. "La Ley Bosman ha hecho que la diferencia entre los cinco primeros y los cinco últimos se haya incrementado". El Inter jugó la última jornada de la Champions sin ni un solo italiano en sus filas. Ya no sorprende. Ya no extraña. Italia es el país con menos canteranos (14,6%). Francia, el que más (33,3%). Dicen los expertos que el sistema francés, el entramado tejido desde la Federación, explica los engranajes que permitieron la aparición de Zidane, Henry o Vieira. En Francia, sin embargo, cada vez hay más extranjeros. En Francia este año juegan un 6,8% menos de canteranos que el curso pasado. En Francia, también, la cantera se muere.


1 comentario:

Anónimo dijo...

Comentar también que las canteras se llenan de jugadores de origen extranjero. Al llegar a cadete, los mejores jugadores locales se mezclan con los mejores reclutados en el extranjero. Luego los cracks que llegan al primer equipo son los de origen mejicano, argentino, etc...

Es la globalización, es muy dificil superar la mentalización de jugadores jovenes de origen africano o americano.


Añadir que la tendencia a que los jugadores de la cantera se promocionen dos o tres años antes de lo que era habitual tiene un punto flaco, a los 14 años se van a quien mejor paga y a los 16 no pueden firmar un contrato. Hasta los 18 años, los buenos pueden irse con el cambio de residencia.

Hay que cambiar conceptos.